miércoles, 25 de junio de 2008

Apelandia... Enjoy

Me costo más elegir el título de esta nota, que escribir lo que a continuación les cuento… no sabía si ponerle “Un despertar en Yerevan”, “De un extremo al otro” o “Welcome to Armenia”, pero me decidí por este porque me dije..”Cuanto tiempo le puedo dedicar a un título?”.
Amanecía en la lejana Yerevan… un día más, diferente y lleno de sorpresas, ya que los dos anteriores la ciudad sufría un caos, ante un repentino corte de agua que dejó a muchas familias sin el preciado elemento y por ende, a nosotros por mas de 48 horas… pues bien, sirviendo esto de preámbulo paso a narrar lo jugoso de la historia…
Venía ya por el quinto sueño cuando de repente escucho una voz lejana que me decía.
-Fulano, Fulano, levantate-
-Que , que , que paso- conteste entre dormido, sorprendido y espantado-
-Daaaaaaaaale, pedazo de boludo, levantate-
-Pero que paso- dije sabiendo a boca de toda la noche y limpiandome la baba-
-Se inundo el departamento, dale, levantate-
-Ya voy, pero que que que, si no hay agua-…..me callé y rápido como un rayo, estaba sobre mis extremidades y dando largas zancadas corrí detrás de mi interlocutor, que maldecía y escupía palabras de todo calibre, grosor e idiomas. De entrada nomás me comí la puerta semi abierta con un hombro haciendo temblar la estructura, dí un vuelta de campana y casi callendo logré recuperar el equilibrio y seguí con mi loca carrera hacia lo desconocido.
El panorama era desalentador… agua hasta por el c…. el baño, palier y dormitorio secundario estaban bajo 5 cms de agua, la alfombra parecía una esponja, el drenaje no daba abasto… dormido y todo atine a cerrar las llaves de paso, corri hacia la cocina para traer los elementos necesario para reparar esto… trapito, balde y secador… en dos zancadas más estaba de vuelta en el palier… pa qué…
De pronto sentí como que el legendario “cabezón Ruggeri” me empalaba desde atrás, mi cuerpo envuelto en un diminuto slip, volaba por los aires y caía en el piso levantando una nube de agua, se sintió el huuuuuuuuu del público y luego un silencio sepulcral invadió el recinto… me hice mierda grité con mi último suspiro. Enseguida llegaron los camilleros y me sacaron a un costado del campo mientras me contaban hasta 10 para declarar el KO (knockout), pero uno no es un flojo.
Luego de un instante recupere la entereza, me situe nuevamente en la realidad e incorporandome como si tuviera dos esquís en las patas, trastabillé y volvi a levantarme y entre a la cancha de nuevo. Atrapé el secador con dureza, blandiendo los brazos y retorciendo el trapito… en media hora habíamos secamos todo el kilombo…
Como pudo pasar, si en dos dias no vimos el agua, ni por el Discovery Channel… pero si… estamos en Apelandia, dieron el agua con mas de 6 kilos de presión y nada aguantó ese embate hídrico.
Luego de terminar… me senté en un sillón, miré el reloj de pared… 8:35 de la mañana, cuanto hace que me levanté??? Me levanté o estoy soñando???, me tengo que ir a trabajar y me duele hasta el último hueso del coxis, "Welcome to Apelandia" pensé y me fui a duchar...

Bueno… como dijo Sabina… “a este cuento para que sea comercial le falta un buen estribillo”.
Jugale al 56

El Mega-herrero con cuchillo de madera balsa.

1 comentario:

Chino Loco dijo...

me imagino al cabezon ruggeri llendo a buscar al paragua chilavert en el corner derecho de la cancha de velez, y te veo a vos cayendo de c.....en la alfombre requete mojada,.........segui secando papa, dale que ya se termina, je.