Si llego el momento de irme, es difícil decirlo será por que siempre uno quiere volver a su casa, su tierra, su familia, su asado, y un montón de sus cosas.-
Pero en estos momentos que uno regresa siente afectos encontrados como que quiere y no quiere dejar esto, que loco no, pero acá en estas tierras tan lejanas uno tiene a su familia que adopto y que te ayuda como tal y festeja las alegrías y sus tristezas, las broncas y las depre, pero ahí están para apoyar y ayudar, nunca te dejan en banda, por esto uno siente que deja parte de uno en estas tierras.-
Nunca pensé que esto me pasaría, como todos hemos puteado a estos apes y mas de una vez quisimos ir para no regresar, se nos hizo duro vivir acá y trabajar, pero como en cualquier lugar, no hubiera sido posible sin tu familia que te apoye y acá la familia natural y la adoptada siempre estuvo a tu lado, no se quien dijo que siempre hay un antes y un después de Armenia en la vida de uno, y tiene razón.-
Esto solo lo escribí para agradecer a mi familia de Apelandia, a darles la GRACIAS (si con mayúscula) a todos los que compartieron conmigo estos años, a los que están y los que se fueron.-
También tengo un agradecimiento a los extras que nos visitaron por que se acoplaron con nosotros y nos sintieron como familia para ellos unas gracias (Damian, Hernán, Verónica).-
Por todo esto no voy a decir Adios , por que siempre digo Nunca digas Nunca , que solo sea un ¡hasta luego!
KIKEJAN
