viernes, 22 de febrero de 2008

Volvimos…………..Volviste???!!!

Y si, todo lo bueno termina, o algo así reza un dicho que alguna vez escuche. Estamos de vuelta en Apelandia, por un añito más. Caras viejas, caras nuevas, pero con la misma buena onda……..de algunos, je.

Casi que el 100 % de apelandienses volvió a finales de Diciembre del 2007 a las pampas Argentinas para pasar las fiestas en familia, y disfrutar de los 30 grados promedio del mes de enero. Mucha pelopincho, (en mi caso “Tiburoncito”), sol y playa para algunos, otros viajes al exterior, pero todos con muchos asados, vino, empanadas, helados, paella, etc.
-“Che para un poco!!!!!, tanto lastraron???”-, -“y si, brrrpp!!!!, es que todo esta bárbaro!!!”-.
Todas esas cosas, nos hicieron volver un poquito redonditos, algunos con 2 o 3 kilitos de más, otros…………………………con 9.

Pero como fue escrito al comienzo de esta descripción, todo lo bueno termina, y acá estamos de nuevo, con mucho frío (hubo días de enero de 30 bajo cero), mucha nieve y mucho trabajo.

Para resumir el mes de enero, lo inauguramos con unos “ñoquis del amor” en conmemoración del cumple de Alcides. El solito se amaso alrededor de 1354 ñoquis, acompañado de una exquisita salsa boloñesa, salpicado con un “inconseguible e invaluable” queso rallado made in Argento, y con unas cuantos cadáveres de “jugo de uvas” de la bodega personal. Lo único que tengo que agregar es: -“para la próxima vas a tener que reponer los tintos”-.

Obvio que volvió el “Póquer del amor”. Jueves tradicional y tanguero.
Es esa noche que uno espera para el desquite semanal, la catarsis grupal, el desahogo personal. Se comparte mucho mas que unos naipes rusos inentendibles (en caso de que asista Alci, vienen las del póquer común y corriente). Es ese ida y vuelta, la hermandad consumada, la pura e insípida demostración de amistad. Claro que cuando pinta una jugada de las denominadas “locas”, todo lo lindo anteriormente escrito se va al carajo y empiezan las puteadas. Por eso es el “Póquer del amor”, si no, no se llamaría así.

Y pinto también la salida grupal, muchos a practicar deportes de alto riesgo (ski) y otros a practicar deportes saludables (comer horobatz y chupar tinto de la casa).
Para los primeros el pueblo de Tzasgadzor es el indicado. A unos 60 KM de la capital, las pistas que ofrece son de nivel internacional, y los precios accesibles para todos los gustos.






Para los segundos (me anoto), la salida fue visitar nuevamente la localidad de Noravank y su iglesia encarnada en el medio de 2 montañas, siendo una de las más lindas de Apelandia. Obvio que el paseo incluye una parada obligatoria en la parrilla que queda justo antes de ingresar al camino que lleva hacia la iglesia. El tema que o porque no va ni el loro o porque hacia un frío de la ostia, la parrilla estaba cerrada, y el grupo tenia mas hambre que “el chavo del 8”.



Nobleza obliga, la reivindicación del señor Quique y su archi mega conocida empresita “KikeTour”. El señor ante la decepción del grupo, supo controlar la ira de tener que esperar para saciar el apetito y con una simple mirada, de esas que dejan helada hasta al hombre de las nieves, soltó una conjunción de palabras, que al formar la oración, rezaba algo así: -“no pasa nada, súbanse de nuevo al auto y síganme, Kiketour nunca defraudo a nadie”-. Y como podrán apreciar en las fotos, todavía sigue virgen en el deporte de defraudar.
El señor Quique saco de la galera una parrilla perdida en el camino, pero con un Horobatz (asado) de vaca, que si lo hubiera llegado a probar Martín fierro, seguro que se come hasta los cubiertos.

Así están las cosas por Apelandia, caras nuevas, caras viejas, y la misma onda de siempre.................................................................................. hasta la próxima!!!!!!.



ApEjAn