sábado, 29 de marzo de 2008

Un Centenario Azulgrana. (1-4-1908*-*1-4-2008)

…….”Nos fuimos al descenso, nos vendieron la cancha, lo que nunca pudieron fue parar a esta hinchada………que se hizo gloriosa en las buenas y las malas, la que lleva en la sangre……….la pasión azulgrana…………la pasión azulgrana”………

Un himno cuervo, una poesía popular, sentimientos volcados a un papel y reproducidos por miles de gargantas. Se puede escuchar en cualquier cancha, esquina o rincón del mundo. Eso es lo que es el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, un cóctel de todo un poco.

Yo creo que eso de que el sentimiento viene de la cuna, es así. Te lo digo yo, que me plante a mi viejo cuando tenía 3 o 4 años y de la nada le pedí la camiseta del ciclón. Obvio que no me la saque nunca más.

La historia se origina con mi padrino Raúl, encolerizado hincha santo, que dejo el mundo cuando apenas yo cumplí 1 añito; yo sigo creyendo que fue su ángel quien me hizo devoto de esta religión azulgrana. En mi casa, menos rojo y azul, había de todos los colores.

Cuando sos chico no entendes muy bien lo de ser hincha de un club, como que te da lo mismo y sos del campeón de turno, y mira que a mi me tentaron de todos lados.
Porque durante mi infancia el ciclón no pasó por los mejores momentos, te cuento:
* Después de varias dirigencias paupérrimas descendimos de categoría. Igual volvimos al año. Y durante ese año en la segunda división, la Gloriosa produjo una revolución social, que de lo grande que somos, llegamos a oídos del mundo entero.
* Nos remataron el estadio y construyeron un supermercado. Tuvimos que alquilar la pelela de la boca, el vejestorio de la quema, nos echaron de Liniers porque se quedaban sin hinchas, Atlanta y Caballito.
* Para colmo no salíamos campeón desde el año 74.

En octubre de 1988 pude cumplir mi deseo máximo de esos momentos, ir a ver al ciclón en vivo. Me llevo mi primo Oscar (fana de river) con la condición que a la semana siguiente tenia que ir a ver al river campeón de Pasarella.
Fuimos al estadio de Ferro donde el ciclón hacia de local, jugamos contra Argentinos. Partido malo. Termino 1 a 1, y en ese entonces los partidos se definían por penal, para no se que cosa.
Al termino me llevo donde salían los jugadores, y me firmaron la gorra que llevaba. El Bambino Veira, el “Topolino” Riquelme, Madelon, entre otros.
Al domingo siguiente la cita era el monumental, y River empato 2 a 2 contra Unión de Santa Fe. River Campeón.
Cualquier chico hubiera cambiado de colores como de ropa interior. Yo ya me había enamorado del rojo y del azul.
Nos subimos al 166 en la esquina de Juan B. Justo y Santa Fe, cartel rojo (Morón x Gaona). Llegando a Flores mi primo se queda medio dormido, y yo revolee el gorrito que me había comprado al medio de la avenida. Ni por un palo verde cambiaba.

Luego empezó mi viejo a llevarme algún que otro domingo, siempre de local. Lo bueno de ir con mi viejo era que cada vez que el ciclón metía un gol, se tenía que abrazar con media tribuna, y repartir besos a desconocidos. Y eso que es hincha de boca; eso lo hacen solo los viejos. Sabes lo feliz que me hacías.
Y de grande empecé a ir con amigos, y ya no deje nunca más de ir. A todos lados eh. De local, de visitante, al interior, al exterior. Tuve mi momento de paravalanchas, de colgar banderas, de trepar alambrados, y de sentarme en la platea.
El diarero de la esquina de casa, ya sabía que si salía algo de color azulgrana me lo tenía que reservar.

Llore por vos, llore con vos, me cague de risa, me asuste, grite como loco, y también alguna que otra vez te putee. Muchos me trataron de loco por la enfermedad que me producís, y otros me siguen tratando así. Sos mi religión, y como devoto tuyo te voy inculcando por donde vaya. He transformado almas perdidas y le enseñe las bondades que ofreces, y para no pecar también advertí de lo difícil y sufrido que es seguirte.

No se si alguien puede entender lo que trato de exponer, pero es simple. Hay distintas formas de amar, esta la familia, la mujer, los amigos y el club al cual uno es hincha.
Hoy me toca vivir este amor a la distancia, ser parte del día a día vía mail o Internet. De levantarme a las 2, 3 o 4 de la mañana para escuchar los partidos. De llorar en soledad cuando perdes. De reírme cuando ganas. De irme acostar y esperar que mi Ale me pregunte por vos (ella sabe que eso me hace feliz). De colgar la bandera para que todos vean que estas presente.

Lamentablemente me voy a perder la fiesta del Centenario, no voy a poder estar en el “Anfiteatro del Bajo Flores”.
Por razones laborales hoy vivo lejos en la distancia, pero cerca de tu sentimiento. El 1 de abril me voy a despertar y voy a decirte feliz cumpleaños, voy a desearte que sigas haciendo feliz a miles que están por conocerte, voy a pedir 3 deseos (que te imaginaras cuales son), y voy a tratar de estar todo el día cantando canciones que me hagan recordarte. Luego en la noche voy a ir a cenar afuera, y voy a brindar por vos, para que nunca te falte salud/hinchas, para que puedas vivir mejor, y para que dures una eternidad.

Feliz Centenario San Lorenzo, gracias por existir!!!.

ApEjAn (Con lagrimas en los ojos)

lunes, 24 de marzo de 2008

Nene……yo dormí una noche en SISIAN. (Fin de semana de relax).


Y entonces surgió de nuevo la tan temida frase, que cada vez que se pronuncia, Apelandia tiembla!!!.
Alguien dijo –“tengo las tarlipes llenas”, y el otro replico –“ya fue, el fin de semana nos vamos al joraca!!!”.

El destino elegido fue la gélida ciudad de Jermuk (Djermuk en Ruso). Situada en el sur de Apelandia, en la provincia de Vayots Dzor. Bella por donde se la mire, y para esta época del año (invierno, llegando al otoño) fría como escupida de esquimal.
Sus épocas de oro fueron los años 50. Famosa por sus aguas termales, se canso de recibir hijos de Bolcheviques.
El pueblo también cuenta con una fabrica de agua mineral, que se puede encontrar en cualquier casa de Ape.
Hoy en día, esta tratando de recuperar su esplendor, gracias al aporte diario de sus habitantes y de los visitantes que van en busca de un fin de semana tranquilo.

Salimos el viernes, después del trabajo con el amigo Kiketour y señora. Silbando bajito encaramos la puesta del sol casi llegando al destino. El frío comenzó a ser moneda corriente, y tuvimos chance de ver una de las tantas nevadas con la que Jermuk nos agasajó durante nuestra estadía.

Llegamos al hotel del “túnel del tiempo”; una mole edificada en los años 20 y restaurada hace 5 (pero solo en las habitaciones). Dicen que el mismísimo general Stalin, se paseaba por el lobby fumando puro “Montecristo Nro 5”, traídos de la lejana Cuba.
El “ofri” que hacia en ese lobby no lo voy a describir, y el olor a mono encerrado queda para otro día.

La mañana nos deparo un masaje corporal y mucha nieve. Bah!! Lo único que había era nieve. En realidad no se podía hacer otra cosa que ver nieve…………sabes como me quedaron los “quetedije” de ver nieve???!!!.
Así se paso el sábado, y la noche nos deparo un encuentro magistral de pool ruso y ping pong, matizado por algunas cervezas “Bálticas Nro 7” y escuchando una suave melodía de la única estación de radio que el maldito radiograbador podía captar.

El domingo arrancamos tempranito nuestra “huida” de la dimensión desconocida. Y rumbeamos para Tatev (monasterio erigido en no se que época, pero re lindo!!!). Igual lo pasamos por alto, porque nunca encontramos el camino.
Llegamos a Goris (pueblo tranquilo, cerquita de la frontera Iraní, y a un pasito de karabagh) donde degustamos lo que quisimos. Unos comieron asado, otros pescados y otros pollos. Panza llena, corazón contento. Y de nuevo a la búsqueda del monasterio.

Nos agarro una tormenta de nieve de la santísima p……., y con la nieve se volaron nuestras ilusiones de ver Tatev. Camino a casa, llegamos al paso de región, donde nos estaba aguardando una fila de camiones, camionetitas, Fiat 128, carros y carretas, de unos 2 kilómetros. El paso estaba cortado por la nieve. El hielo en la ruta era de unos 5 cm de espesor, y encima de todo…………..yo quería ir al baño.

Duro 2 horas el suplicio, y tomando aire, fuimos al eje del quilombo. Caminando entre los autos y camiones, y después de un ataque de ira descargado contra un camión militar, llegamos al quid de la cuestión, donde se decidió (de forma correcta), pegar la vuelta al pueblo mas cercano y pasar la noche.

Y así fue como conocimos SISIAN. Calle principal con boulevard, plaza central, rodeada de la municipalidad, la iglesia y el hotel del pueblo. Para que más. Lindo, pintoresco.
Luego de cenar, tasa-tasa y al sobre.

El lunes nos encontró de buen humor, y los 250 kilómetros que nos separaban de nuestra casa, fueron recorridos en 3 horas.

Al mediodía estaba de nuevo frente a mi PC. No me relaje un carajo.


ApEjAn (Con mucho Stress).