lunes, 24 de marzo de 2008

Nene……yo dormí una noche en SISIAN. (Fin de semana de relax).


Y entonces surgió de nuevo la tan temida frase, que cada vez que se pronuncia, Apelandia tiembla!!!.
Alguien dijo –“tengo las tarlipes llenas”, y el otro replico –“ya fue, el fin de semana nos vamos al joraca!!!”.

El destino elegido fue la gélida ciudad de Jermuk (Djermuk en Ruso). Situada en el sur de Apelandia, en la provincia de Vayots Dzor. Bella por donde se la mire, y para esta época del año (invierno, llegando al otoño) fría como escupida de esquimal.
Sus épocas de oro fueron los años 50. Famosa por sus aguas termales, se canso de recibir hijos de Bolcheviques.
El pueblo también cuenta con una fabrica de agua mineral, que se puede encontrar en cualquier casa de Ape.
Hoy en día, esta tratando de recuperar su esplendor, gracias al aporte diario de sus habitantes y de los visitantes que van en busca de un fin de semana tranquilo.

Salimos el viernes, después del trabajo con el amigo Kiketour y señora. Silbando bajito encaramos la puesta del sol casi llegando al destino. El frío comenzó a ser moneda corriente, y tuvimos chance de ver una de las tantas nevadas con la que Jermuk nos agasajó durante nuestra estadía.

Llegamos al hotel del “túnel del tiempo”; una mole edificada en los años 20 y restaurada hace 5 (pero solo en las habitaciones). Dicen que el mismísimo general Stalin, se paseaba por el lobby fumando puro “Montecristo Nro 5”, traídos de la lejana Cuba.
El “ofri” que hacia en ese lobby no lo voy a describir, y el olor a mono encerrado queda para otro día.

La mañana nos deparo un masaje corporal y mucha nieve. Bah!! Lo único que había era nieve. En realidad no se podía hacer otra cosa que ver nieve…………sabes como me quedaron los “quetedije” de ver nieve???!!!.
Así se paso el sábado, y la noche nos deparo un encuentro magistral de pool ruso y ping pong, matizado por algunas cervezas “Bálticas Nro 7” y escuchando una suave melodía de la única estación de radio que el maldito radiograbador podía captar.

El domingo arrancamos tempranito nuestra “huida” de la dimensión desconocida. Y rumbeamos para Tatev (monasterio erigido en no se que época, pero re lindo!!!). Igual lo pasamos por alto, porque nunca encontramos el camino.
Llegamos a Goris (pueblo tranquilo, cerquita de la frontera Iraní, y a un pasito de karabagh) donde degustamos lo que quisimos. Unos comieron asado, otros pescados y otros pollos. Panza llena, corazón contento. Y de nuevo a la búsqueda del monasterio.

Nos agarro una tormenta de nieve de la santísima p……., y con la nieve se volaron nuestras ilusiones de ver Tatev. Camino a casa, llegamos al paso de región, donde nos estaba aguardando una fila de camiones, camionetitas, Fiat 128, carros y carretas, de unos 2 kilómetros. El paso estaba cortado por la nieve. El hielo en la ruta era de unos 5 cm de espesor, y encima de todo…………..yo quería ir al baño.

Duro 2 horas el suplicio, y tomando aire, fuimos al eje del quilombo. Caminando entre los autos y camiones, y después de un ataque de ira descargado contra un camión militar, llegamos al quid de la cuestión, donde se decidió (de forma correcta), pegar la vuelta al pueblo mas cercano y pasar la noche.

Y así fue como conocimos SISIAN. Calle principal con boulevard, plaza central, rodeada de la municipalidad, la iglesia y el hotel del pueblo. Para que más. Lindo, pintoresco.
Luego de cenar, tasa-tasa y al sobre.

El lunes nos encontró de buen humor, y los 250 kilómetros que nos separaban de nuestra casa, fueron recorridos en 3 horas.

Al mediodía estaba de nuevo frente a mi PC. No me relaje un carajo.


ApEjAn (Con mucho Stress).

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